La ciudad dónde yo existo

La ciudad dónde yo existo

viernes, 20 de diciembre de 2013

El té y otras adicciones

Yo te quería, ahora té quiero. Y ya no te quiero. 
Mentira, te quiero, y mucho, pero tu ya no quieres té…

El té de la mañana ha quedado en el olvido, paso a ser algo épico, la leyenda no continua.
Está frío.
Igual que mi cadáver, igual que tu corazón.
Se ha roto un espejo, mientras hablamos de nuestros sueños rotos y lo que nunca hicimos.

Que las flores ya no dan té y corazones rotos. 
Tazas de porcelana y cubiertos de cristal.
Rotos.

En peltre, con anís. Me fumaré mis frustraciones porque ya no quieres té.
Yo ya no quiero té tampoco. Sigue caliente.

Me fumaré entonces el taboo, me fumaré la menta con pasiflora.
Me beberé entonces mis adicciones, y me iré a dormir temprano.
Porque ya no quiero té.
Ni te quiero.



Esta bien, quiero té.

martes, 10 de diciembre de 2013

Té recuerdo

Hace dos años ya. Aún no lo olvido… Ese día, las luces rojas y azules y la calma perturbadora de ese hombre, sus falsas palabras de aliento… Todo.
Recuerdo, que no era la primera vez que sucedía, y también recuerdo que lo presentí. Tuve ese escalofrío en mi cuerpo mientras te ibas, cada vez más pálido y sin calor, lo recuerdo…
También recuerdo que no hice nada al respecto. Me congelé.
Quise salir corriendo pero mis piernas no me respondían. En el fondo sabía que sería la última vez.
Mi garganta se cerro y mis ojos se aguaron. Recuerdo que pedí a dios con todas mis fuerzas volverte a ver, y también recuerdo como me di cuenta de que dios no existe.
Recuerdo la tristeza y las lágrimas amargas del arrepentimiento.
Recuerdo el vació de esa mañana, el desayuno que no toqué…
Recuerdo mi caminar sin rumbo por la calle, y las miradas de lástima a mi espalda, sí, lo recuerdo…
Recuerdo mi falsa cara de calma mientras aun no daban esa noticia, recuerdo ese oscuro despertar.
Recuerdo que eran las 6 de la mañana de un domingo, y recuerdo esos pasos presurosos.
Recuerdo la calma antes de la tormenta.
Recuerdo cuando se rompió.
Recuerdo, té recuerdo, era de arándanos, te recuerdo a ti…
Ese día sí se rompió mi corazón, mucho, en miles de pedacitos.
Algunos cuantos se perdieron para siempre, lo siento. Se que no te gustaba verme triste



Nunca recuerdo tantas cosas, así que no se porque recuerdo esto, y mas que nada, lo sigo sintiendo…

martes, 26 de noviembre de 2013

Senseless Vol. 49.28

Casi casi podía, podía saborear la ira, podía...
Podía lamer mi herida.
Un beso es un ejercicio divino, equis.
Besar el cuerpo es divertido, lo sé...
Besar el alma es el éxtasis, no confundir
plis.

[Un café! No té, quiero...
¡La cuenta por fi!]

Pero descubrir que en tu propia historia -En la cual creías ser Ramona Flowers- no eres otra que Knives Chau...
Y aún así!!!
¿Y mi Young Neil?
La pregunta que ronda mi mente.

[Propina... ¿Propina?
Pero si aún no ha charlado conmigo!!!]

Lo sientes? Té consumes... Corre vela, consume té!, consumete con la pasión de tu roja seda...

¡No! Ya no té quiero!!
Tal vez mañana, no un poco en la noche.
Con miel y azafrán, porque es rudo.

Cuando los porros de anis ya no te hagan nada pasa a los de orégano.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Hoy...

Estoy siendo tan poco yo que siento que no me estoy perdiendo, me muero.
Caigo en un vació tremendo.
Profundo, oscuro.
Es la vida, respira.
Cae y vuelve.
Alto.
Una calada, dos.
Tres y respiro.
Respiro porque estoy vivo.
La música y su compás, uno dos tres.
Es mi corazón…

domingo, 10 de noviembre de 2013

Doblas en la esquina y chocas con el destino

Dobló en la esquina y choco con algo, o alguien. Alexandra levanto la mirada y no pudo ver absolutamente nada, al parecer estaba soñando despierta de nuevo, se reprendió mentalmente y siguió su camino. Era ya la cuarta vez de la semana y poco a poco se volvía algo que no podía controlar, y eso la agobiaba. Aun recordaba como fue que todo eso comenzó y no pudo evitar, por quinta ocasión ese día  reprenderse mentalmente, si no hubiera hecho caso, se dijo y como no, si todo comenzó solo por que ella era una persona curiosa, demasiado. Al parecer no había aprendido nada de Alicia y los conejos blancos, solo que en esta ocasión había sido un hombre con smoking blanco.
Se golpeo la frente con el dorso de la mano mientras cerraba los ojos, siempre era tan curiosa, una vez mas volvió a maldecir y apresuro el paso, estaba ya retrasada y no quería que le cerraran la puerta del instituto, por tercera ocasión en la semana.
Llego justo a tiempo, el vigilante le dirigió una mala mirada y la dejo pasar, Alexandra se apresuro a los casilleros, tenia clase de lengua a la primera hora, la profesora era un poco vaga, hacia poco había dejado de ser una practicante pero aun no se había adaptado a eso de dar clases, con un poco de suerte y ni siquiera notaria su retaso. Corrió un poco y a la altura de la puerta volvió a chocar con algo, o con alguien, y como se esperaría por quinta vez en la semana no habría nadie, mas esta vez fue diferente, Alexandra levanto la mirada y no pudo evitar sentirse azoradada, delante de ella se encontraba ese extraño chico del smoking blanco, solo que ahora vestía el mismo uniforme de su instituto, lo recorrió lentamente con la mirada sin moverse de su lugar, se encontraba haciendo una graciosa mueca mientras aun tirado en el suelo se sobaba su cabeza, y ella (a causa de su curiosidad vale aclarar) no podía despegar su mirada de el.
Como por instinto el extraño chico levanto la cabeza y al ver la intensa mirada de Alexandra se levanto un poco avergonzado y le tendió la mano mirando hacia otro lado. Ella la tomo y ya de pie siguió mirándolo.
-No me mires- exigió el chico un tanto sonrojado, al parecer era aun mas infantil de lo que ella pudo haberse imaginado, y sonrió.
-Esta bien, creo que te conozco- respondió ella soltando su mano y avanzando un poco, tenia suerte y suspiro aliviada, la maestra aun no se encontraba en el aula.
Y el continuo mirándola desde el marco de la puerta, aun medio desconcertado, después de todo, no todos los días una chica linda chocaba contigo tu primer día de clases y decía que te conocía  y el para su sorpresa no la había visto en su vida. Ella volteo y lo vio con su cara de sorpresa y le sonrío -Soy Alexandra ¿y tu?
-Edward- respondió el con una sonrisa ladeada mientras la alcanzaba hasta la puerta.
Tal vez mudarse desde el otro lado del mundo no había sido tan mala idea.
Mientras que en la cabeza de Alexandra comenzaban a dibujarse muchas extrañas situaciones, que por suerte no se reflejaban en su rostro, y también se preguntaba si había sido un sueño o no aquella situación tan parecida que había vivido con el chico del extraño smoking blanco, quien sabe, aparentemente no fueron solo sueños.

Fin?

domingo, 3 de noviembre de 2013

He laughs about us...

Caminas por la calle, tranquilamente. De pronto, así de la nada misma comienzas a odiar a ese hombre con complejos demasiado profundos como para comprender, que se la vive en pañales y se empeña en hacerte perder la cabeza. Porque como siempre, vas caminando tranquilamente y de pronto, bam!! chocas con algo, o alguien y no es el destino, es una chica rubia con ojos de caramelo, justo como la que habías vislumbrado en tu sueño, y no puedes evitar sonreír como idiota mientras la chavala solo te ve raro y se para incomoda, casi como si quisiera huir.
Pero no lo hace, es como si ese magnetismo que tú sientes hacia ella fuese estúpidamente grande, casi tanto como para que ella llegue a sentirlo así por el suelo, pero el hombre en pañales sigue observándote, burlón y altivo, porque sabe que nadie, absolutamente nadie puede oponerse a sus caprichos, y es que así es. Cupido es un caprichoso, dejándote flechado de quien menos esperas, de quien menos quisieras, de tu peor enemigo, o en todo caso de esa bruja que tienes como presidenta de la clase.
Balbuceas, parece que se te ah olvidado cómo hablar y que el efecto de tu magnetismo compartido se ah acabado, después de algunos segundos de confusión ella recobra el sentido, su mirada desafiante y su postura orgullosa vuelven a estar presentes y tu solo atinas a sentirte como un idiota. Pero es normal para esa amiga que conoces prácticamente desde que eras un feto, porque vuestras madres eran (son) tan inseparables como lo son un estudiante de medicina y la cafeína. Ella te extiende la mano y te sonríe dulcemente, sabes que normalmente es una bruja, pero en realidad ella es dulce, dulce dulce, casi tanto como un terrón de azúcar, pero te niegas a que alguien más lo descubra, así que para encubrirlo decides hacerla rabiar un poco, para variar.
Tomas su mano con firmeza y en su primer esfuerzo la jalas, la tiras sobre ti. Sabes que has despertado un demonio, por eso huyes parándote rápidamente y dejándola ahí tirada a su suerte, porque sabes en tu fuero interno que prefieres que esa faceta dulce dulce como millones de gotas de miel solo te la muestre a tí y que para el resto del mundo (población escolar masculina) siga pareciendo una bruja, de esas malas que se comen el corazón de la princesa bonita del cuento. 
La observas, sus labios rosados como flores de un Prunus Cerasus Cerasoides (que un carajo sabrás que es eso, maldita biología) te incitan a decirle cosas bonitas, cargarla como princesa de cristal entre tus brazos y sentir su dulce, dulce esencia en tu boca. Pero resistes, porque sabes que eso es imposible y ella nunca te vera de la misma manera.
Optas por sonreír travieso y sacarle la lengua, ella inocente con las mejillas sonrosadas por lo rápido de tus acciones (lo que para ti han sido horas en realidad fue cosa de segundos) te observa curiosa, pero pronto pasa y te ves a ti mismo en la sinuosidad de tus acciones, y huyes.

Esa mirada pícara y la sonrisa traviesa desaparecen de tu cara y vuelves a odiar a ese hombre en pañales, lo odias porque te ha hecho llegar a terreno prohibido, porque al entrar al instituto te ha hecho darte cuenta de lo estúpidamente hermosa es esa a la que alguna vez llamaste hermana, tu mejor amiga, a la que le has pegado chicles en el cabello y has perseguido con un insecto en una vara, a esa que le has hecho millones de bromas y ella siempre te ha golpeado. Y caes en la desesperación porque niegas lo obvio, que tú siempre la has amado, pero aún te niegas a aceptarlo.
Sin darte cuenta haz acabado en la azotea del instituto, enciendes un cigarrillo y sonríes al pensar en el rollo que ella te soltara al saber que te has saltado las clases para echar unas caladas. Aspiras ese humo y sientes como si tus problemas se elevaran con el. Pisas la colilla y volteas al cielo a ver las nubes blancas, te detienes pensando en que todo eso es estúpido. Te torturas y tras algunas cavilaciones te das por vencido sin imaginarte siquiera de que a ella le aqueja el mismo mal que a ti, que ella sufre cada noche clamando tu amor, que se desespera cuando te ve forjando lazos con otras chicas, y se arrepiente cada vez que te maltrata, que te anhela en silencio, justo como tú haces con ella.

Y si supieras esto odiarías más a Cupido por hacerla llorar (aunque en realidad es tu culpa), pero es que ese Cupido es todo un Master Troll.
 

miércoles, 23 de octubre de 2013

No me gusta, ¿te cuesta tanto entender?

No me gusta, sí me pongo nerviosa cuando le hablo debe ser por otra razón, porque de verdad no es que me guste pero, cuando se pone a mi lado siento el ambiente diferente, siento de verdad, ganas de abrazarlo pero, no porqué me guste, porque no me gusta, solo siento una necesidad de hablar con el de cualquier chorrada por horas, y juro que no es porqué me guste, porque no es así, simplemente es algo que me sucede. Porque de verdad no hay nada, digan lo que digan, aunque extraño las largas platicas Y los dibujitos inentendibles para los demás, extraño tus cálidos abrazos de cuando tengo frío, exactamente antes de darme tu suéter porque no hay nada, lo diga quien sea, yo se lo que pasa y no me importa, ella tiene poco más de 4 años en tu memoria y no es algo que yo pueda cambia, es mucho tiempo, que ni siquiera tus innumerables novias han podido borrar, por eso que pretende el mundo que haga yo, una niña que no conoce la palabra seducción! Por dios, y eso que aveces hasta de el reniego, pero no es por que me guste. ¡¡Porque No me Gusta!!

lunes, 21 de octubre de 2013

Ahhh, esos malditos celos...

Esa irritante sensación dentro de tu pecho, que crece, crece, hasta que ya no puedes mas, esa impaciencia y melancolía, todo va de la mano, ese enojo y tristeza constantes que te ahogan y te hacen infeliz, es tan opresivo y sin embargo no sabemos vivir sin ello, es parte de la naturaleza humana. Otro indicio de imperfección, sabes que es y eso que te devora y hace que te quedes despierto, pensando a mil por hora, se podría decir que hablo del amor pero, sorpresa! no lo hago, estoy hablando de algo muy conocido por todos nosotros y que sin embargo casi ninguno lo admitimos, así es queridos lectores, me refiero a los celos! Celos, bendita sensación. Tan odiada y a la vez tan codiciada, pero a todo esto, ¿que son los celos? según los psicólogos  es una respuesta emocional instintiva, cuando se percibe una amenaza a algo que consideramos nuestro. Muy acertado ¿cierto? pero ¿que hay de esas personas que dicen que los celos son simples inseguridades? Yo en lo personal las llamaría falsas e hipócritas  los celos los sentimos todos, es muy natural, se presentan cuando algo que amamos(se podría decir apreciamos o queremos) esta amenazado o algo así. Si las personas que dicen no tener celos, no los sienten, por que demonios lo pregonan a los 4 vientos, además si fuera así  se podría presumir que de verdad no quieren al Objeto de los celos, incluso se podría decir que sentir celos no es tan malo, pues demuestra cuando algo te importa, pero por otro lado están las obsesiones  esas de cuando los celos son enfermizos, al grado de querer saber hasta el mínimo detalle de lo que hizo esa persona en su día, con QUIEN hablo y todo. No soportar la idea de que otra persona ajena a ti se le acerque es una mala señal, en fin yo que sabré, solo soy una niña con su Bloc de notas…

lunes, 30 de septiembre de 2013

Lætizia Flowers

¿Quién soy yo?
¿Qué es esto?
Preguntas que rondan mi mente MUCHO últimamente...
Son preguntas a las que deseo encontrarles una respuesta.
Yo creo que lo haré aunque no se cuanto me tomé.

(: